lunes, 16 de septiembre de 2013

EMPRESA, NEGOCIO, LOS COSTOS


Se tienden a confundir ambos conceptos y eso es un error grave, sobretodo para los emprendedores que comienzan (emergentes, en la jerga "moderna"). Como especialistas en costos, debemos tener muy clara la diferencia y el ámbito de actuación: el NEGOCIO es aquel esfuerzo que genera los ingresos y la EMPRESA es la estructura (el cascarón) donde descansa el o los negocios. No son lo mismo; el mejor negocio es aquel que no tiene empresa. Supongamos el siguiente ejemplo: nos piden 1.000 ladrillos --> tomamos el teléfono y le ordenamos a la ladrillera a que los envíe a tal dirección y nos deposite la comisión. Nuestro negocio es vender ladrillos y nuestra empresa en nuestro teléfono. ¿Cuándo comienza a crecer la empresa? Cuando en lugar de 1.000 nos pidan 10.000, 100.000, o 1.000.000 de ladrillos: allí necesitaremos más teléfonos, una oficina, un computador, una secretaria tomadora de pedidos, quizás un canchón donde acumular ladrillos, etc. 




¿Cuál es la manera natural de nacer? Obviamente, haciendo negocios y haciendo que la empresa los siga. ¿Cómo se hace normalmente? Todo lo contrario: haciendo la empresa y luchando por llenarla de negocios. La carrera está perdida de antemano y por eso la mayoría de los "emprendedores emergentes" fracasa, porque se llenan de empresa y les faltan negocios, y ante esa falencia siguen invirtiendo en la empresa y la hacen cada vez más pomposa... y con menos negocios. Hasta que la realidad los atrapa y les entrega su espacio a otro mejor y más despierto.

¿Cuál es la manera natural de crecer? Nuevamente, obviamente, haciendo negocios y haciendo que la empresa los siga. ¿Cómo se hace normalmente? El emprendedor se hace empresa, se mete en los detalles, dirige, administra, gestiona, ¡quiere mandar! Confunde hacer negocios con gestionar empresa y la rueda comienza a detenerse, los negocios se hacen cada vez más difícil de conseguir, el mercado no reacciona, ¡¡el personal no sirve!!... cuando el único que no sirve es él. Eso es confundir los ámbitos. El gran problema de nuestros emprendedores es querer ser empresa en lugar de afinar su verdadera capacidad, la de hacer negocios. Su ego los lleva a preocuparse de si los cafés están bien servidos o de los registros contables en lugar de preocuparse de buscar más clientes y del diseño de productos.

¿Cuál es la manera natural de morir? Obviamente, haciendo empresa y no haciendo negocios. ¿Significa que NO hay que preocuparse de la empresa? No. Significa que hay que comprender que ambas son especialidades diferentes, y que los todólogos no tienen cabida en el largo plazo. Simplemente eso.

¿Y cómo enfocamos los costos en esta situación? Los negocios tienen sus costos, los variables. Y la empresa los suyos, los fijos. Cada cual tiene sus propios enfoques y herramientas, y hay que saber usarlos en cada caso. ¿Cómo se hace normalmente? Se meten ambos tipos de costos en un solo paquete y se pretende dirigir el binomio negocio-empresa a través de un llamado "sistema contable de costos", cuando cada elemento debería ser manejado en forma independiente para tener información útil y efectiva. El paquete, para justificar su existencia, trabaja con apropiaciones, hace distribuciones proporcionales, divide ilógicamente los costos y los asigna a distintos participantes, juega con las ilusiones y presenta un... ¡Estado de Costos! Y el "emprendedor emergente" (y el que ya está caminando) se las traga y queda feliz... sin notar que la realidad corre por la vereda de enfrente. Ese es el trabajo de los Consultores: vender ilusiones, envasadas en sistemas, planes de negocios y fanfarria, cuando la realidad se hace en base a negocios, no empresa.

Solamente háganse una pregunta: cuando un cliente va a comprar un helado ¿le pregunta a los heladeros por el costo del helado? ¿O le pregunta por SU negocio, que es el sabor y su calidad?

ZAZENco Consulting SRL
Especialistas en Ingeniería y Contabilidad de Gestión y Costos,
Productividad personal y corporativa
Correo: zazenco.consulting@gmail.com

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