lunes, 16 de septiembre de 2013

¿CÓMO ELEGIR UN BUEN GERENTE?



A toda empresa le llega la hora de cambiar y buscar un gerente “de verdad”; hasta ahora ha sido dirigida por el propietario, que generalmente la levantó desde la nada con puro corazón y esfuerzo. Las causas pueden ser muchas, y van desde los problemas de salud cuya atención exige tiempo completo hasta los números rojos en los Estados Financieros, pasando por el deseo de crecer y estabilizarse. La pregunta es: ya que debo buscar un Gerente ¿en qué debo fijarme para elegirlo?




Son varios los atributos requeridos, así que comencemos por uno: conocimientos o experiencia. En el mercado de trabajo hay de todo, pero dado que la ola academicista es nueva, a veces será difícil encontrar ambos atributos en una sola persona. Lo corriente será pedir postulaciones y en una proporción de 90 a 10 le llegarán postulantes llenos de títulos y maestrías. Si lo que quiere es ganar dinero y crecer, le sugerimos opte por la experiencia. Es gente que ya ha quemado sus cartuchos en el campo de batalla, sabe cómo reaccionar a los vaivenes del mercado, lo conoce. Esa gente lo hará ganar dinero porque es gente como usted; después de todo, es poco probable que usted haya tenido maestrías antes de comenzar su empresa ¿verdad? Entre un titulado y la experiencia, prefiera la experiencia. Y si encuentra los dos en el mismo individuo ¡no lo dude! ¡Quédese con él o ella! Lo que le pague, se lo devolverá con creces.

El liderazgo es la capacidad de hacerse seguir en forma natural por sus subordinados. Un dueño o sus hijos jamás serán líderes, porque en la mentalidad colectiva siempre primará la calidad de “señor de vidas y haciendas” de sus dirigidos. Un dueño es obedecido, no seguido. La buena noticia es que las tareas fundamentales del líder pueden ser hechas por alguien que no tenga ese carisma, y muchas veces con un desempeño bastante aceptable, así que si su hijo se postula, hágale los exámenes que a todos los demás, ¡incluso más duros! Un líder debe saber crear el ambiente propicio para que cada uno saque lo mejor de sí mismo, y eso es saber moverse con soltura en el mundo emocional. Esto significa que debe buscar entre las personas espirituales, no entre los materialistas extremos ni entre los religiosos fanáticos. Ser espiritual es tener conciencia; busque entre ellos. Son los que mejor entenderán a su personal y a sus clientes porque para ellos el ser humano no es un número ni un dogma.

También debe tener la capacidad para detectar oportunidades donde otros no ven nada, y desarrollar las acciones para explotarlas. Esto tiene que ver con el ámbito de la inteligencia, la capacidad para elaborar y aplicar soluciones a los problemas prácticos. Debe contar con conocimientos, los necesarios para poder dirigir a otros que los tienen. No tiene que saber más que ellos; lo que tiene que saber es cómo dirigir a su equipo para llevar los proyectos a la práctica, que es lo que realmente importa. Está muy bien adquirir conocimientos, pero lo importante es saberlos aplicar al mundo real.

Tiene que tener capacidades de introspección y de auto análisis, para poder estar permanentemente evaluando su dirección y su liderazgo encontrando falencias, carencias, y solucionándolas. Debe tener la habilidad y la capacidad para soportar tensiones, saber movilizar a los demás, tener una visión optimista, no irresponsable, de las situaciones. Debe ser capaz de detectar y aprovechar el conocimiento de todos, la inteligencia compartida, el talento colectivo para evaluar los proyectos y ponerlos en marcha. Hubo un tiempo en que en occidente se burlaban de los esquemas de dirección japoneses, porque escuchaban las ideas y las opiniones de los de abajo. Hoy sabemos que tardan más en diseñar una solución, pero luego son muchísimo más efectivos. Hay que saber fomentar la creatividad por la necesidad de encontrar respuestas alternativas a los desafíos, pero la gracia es hacerlo con anterioridad a que se hayan convertido en problemas.

Un buen gerente cree en la motivación pero no la eleva al nivel de dogma. En el entorno empresarial, cuando hay que hacer algo se debe hacer y punto. Búsquese un Gerente que tenga esto muy claro; aleje a aquellos que predican el mantra de la motivación y llenan la organización de cursos y conferencias. Busque al que obtiene resultados, con o sin motivación de por medio. Los negocios son cosa de voluntad, no de esoterismos.

¿Hombre o mujer? Hágase la pregunta de si interesa el tema, y si se responde que sí interesa… preocúpese. Es posible que ya tenga su espacio reservado en el paraíso de los dinosaurios. Nunca olvide que el dinero no tiene género ni nacionalidad, sólo tiene un hermoso color verde.


ZAZENco Consulting SRL
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