En el presente trabajo se analizan diversos
aspectos que hacen a la correcta utilización de la herramienta “Tercerización”.
El objetivo
del trabajo es la visualización del tema desde una perspectiva mayor a la de la
mera reducción de costos en el corto plazo, sin tener en cuenta horizontes mas
largos de tiempo, que obliguen a pensar en forma continua en la reducción de
costos, y no en “soluciones de coyuntura”.
Se pretende
dejar evidenciado el contexto en el cual la desintegración de una empresa es
apta para la mejora de competitividad; y cuando el proceso inverso, el de
integración, es la herramienta adecuada.
También se
analiza al Outsourcing, como parte de la tercerización, y como las
vinculaciones con la calidad total o el costeo objetivo podrían servir para la
mejor gestión a largo plazo.
Por último se
analizan los factores que hacen ventajosa la política de tercerización.
A lo largo de
todo el trabajo se exponen algunos ejemplos que forman parte del trabajo
cotidiano, y que entiendo servirán para ilustrar las ideas que se desean
expresar.
Juicio a la Tercerización
La intención del presente trabajo es someter a debate algunos de los
conceptos que utilizamos tanto en nuestra función docente como en el desarrollo
de nuestra actividad como consultores u hombres de línea en distintas empresas.
He escuchado en
numerosas oportunidades en congresos, disertaciones, clases, y también en
reuniones empresariales; a personas
“vendiendo” la herramienta de tercerización; convencidos o no, pero
convenciendo a otros sobre lo útil de su aplicación con el objetivo de reducir
costos.
No pienso
desarrollar en este trabajo ninguna comparación numérica que nos ilustre o
informe sobre como decidir cuantitativamente sobre la conveniencia de una u
otra alternativa; tampoco voy a negar la importancia que tiene la correcta
utilización de la tercerización como herramienta; simplemente quisiera analizar
y proponer a todos que analicemos desde lo conceptual, algunos aspectos que
ponen de manifiesto que no siempre se utiliza racionalmente y que su
utilización en muchos casos deja al descubierto errores cometidos
anteriormente.
Además estoy
convencido de que la moda y la comodidad de consultores y gerentes contribuyen
a la difusión de su utilización, aún cuando lo numérico, lo táctico o lo
“estratégico”, indiquen que no es conveniente.
Solamente para no
volver a utilizar el término, creo que no existe estrategia de tercerización,
que es solamente una táctica o una forma de operación, y que la estrategia es
la localización y construcción de una planta. Por lo tanto solamente estamos
hablando de estrategia si la utilizamos en el momento de construir una planta o
no, y donde hacerlo.
Alguna de las frases escuchadas:
1) La tercerización es imprescindible a la hora de reducir costos.
2) Comprar en lugar de Hacer, hace
variable los costos, por eso es ventajoso.
3) Outsourcing es tercerización.
4) Se debe tercerizar cuando no se corren riesgos, o estos riesgos son
bajos; de que los terceros conozcan los clientes, el mercado, el producto, la
distribución, etc. Si esto no es así, el tercero puede convertirse en
competidor.
5) Si se terceriza, y el tercero incumple las normas legales, es su
problema.
6) El que no terceriza desaparece.
Algunos intentos de respuesta:
La
tercerización es imprescindible a la hora de reducir costos.
No creo que haga
falta demasiada explicación para dar por tierra con esta afirmación. La
tercerización es conocida y utilizada como herramienta desde hace décadas, sin
embargo ha comenzado a utilizarse en forma masiva y sistemática en los últimos
años, y además se utiliza en mayor número en países que enfrentan crisis
económicas y recesión prolongada.
Cualquier libro de
administración de hace 25 o 30 años utilizaba a la integración, tanto vertical
como horizontal, para maximizar el lucro. Cualquier forma de integración parece
contraria a la tercerización. No quisiera jugar demasiado con el lenguaje, pero
el antónimo de integración en nuestra lengua ¿es desintegración?; si la
respuesta fuera sí; cuándo las empresas deciden tercerizar, ¿se desintegran?.
La
desintegración en términos económicos es la
compartimentalización de procesos y/o productos y/o actividades, y su compra a
proveedores externos. Es la situación en la que las empresas obtienen todo lo
que necesitan para cumplimentar la cadena de valor, especialmente manufactura y
distribución, a través de mecanismos del mercado. El límite de la
desintegración se presentaría si todas las transacciones fueran individuales y
no existiera coordinación dentro de ninguna empresa.
Una empresa es
básicamente una invención en la que dentro de ella no existe el sistema de
precios, ya que supera el mecanismo de los precios. A menor integración mayor
es el número de precios de los factores productivos, que las empresas compran
por la interacción de las fuerzas del mercado.
La integración, como contraposición, se da por razones de costo, calidad, seguridad
de suministro, diseminación del riesgo, cumplimiento de fechas de entrega, etc.
Centrando la
discusión en Argentina, dado que profesionalmente es el terreno que conozco,
opino que “la moda”, “la comodidad” y “la falta de políticas”; son las
principales causas del exceso de utilización de dicha herramienta.
La moda; dada la publicidad, cantidad de cursos sobre el tema, utilización en
otros lugares (aunque bajo otras circunstancias), utilización en otros rubros o
en otras empresas. Todo esto junto, da como resultado que se deba utilizar. Argentina
es uno de los países con mayor cantidad de vehículos 4x4 “per cápita”, la gran
mayoría utilizados para viajar desde San Isidro o Belgrano hasta el
Microcentro. No hay barro, no hay nieve, no hay arena, no hay piedra, solamente
algunos baches y a veces algo de inundación. Creo que la moda algo debe
explicar.
La comodidad; tanto por parte de los empresarios, como por parte de los gerentes y
consultores. Los empresarios porque es sabido que “comprar y vender” ofrece
muchas menos dificultades que “producir”. En este momento, y siguiendo el
análisis de nuestra lengua se me ocurre definir la palabra “empresario”. Dice
el diccionario, Persona que dirige una empresa. “Empresa”, en una de sus
acepciones, Acción de emprender; pero en otra acepción, sobre la que me
interesó filosofar dice, Esfuerzo grande realizado por alguien
para conseguir algo. En los esquemas de desintegración y trasferencia de
productos, procesos o actividades; la inversión es stocks, activos fijos,
fluctuaciones de demanda, etc.; las soporta el proveedor. Me pregunto; ¿Quién
realiza el esfuerzo grande?.
Por lo que
corresponde a gerentes y consultores, son muchas las veces en que decimos a
nuestros asesorados lo que a ellos les gustaría escuchar. Si se percibe que el
empresario quiere tercerización, 90% de probabilidad a que el asesoramiento irá
en ese sentido. (Es más fácil cobrar el sueldo o los honorarios, en caso de
error el mismo será compartido, es menos antipático, etc.)
La falta de
políticas; tanto gubernamentales como de la propia
empresa. Las gubernamentales, son las que provocan incertidumbre a la hora de
las decisiones de mediano y largo plazo; lo que conlleva a evitar o minimizar
los riesgos y a no invertir. Las indefiniciones políticas de la propia empresa,
que la circunscriben en el corto plazo, evitando la capacitación del personal,
simplificando el negocio y con el resguardo siempre presente de abandonar el
emprendimiento de la forma menos traumática.
Para dejar bien en
claro mi opinión sobre la afirmación, considero a la tercerización una
herramienta útil para la reducción de costos, una de las tantas que tenemos en
nuestra caja de herramientas, y que es bueno utilizar según el trabajo a
realizar. Se puede clavar un clavo con una pinza y se puede revolver el café
con un tenedor; pero un martillo y una cuchara son mejores soluciones para
desarrollar cada una de las tareas propuestas.
Comprar en lugar de Hacer, hace variable los costos, por eso es
ventajoso.
Solamente con el
ánimo de clarificar la afirmación, y traducirla para que se pueda realizar algún
comentario adicional; la tercerización contribuye generalmente a disminuir los
costos fijos, pero aumenta los costos variables. Si se piensa que esto no es
así, significaría alguna de las siguientes alternativas:
Si no aumentan los
costos variables, significaría tercerizar con un proveedor que cobra
aproximadamente los mismos costos variables que hubiera soportado quien compra,
más algunos costos fijos, más algo de utilidad; a un precio menor al de los
costos variables del que está tercerizando. Esto carece de sentido, salvo con
economías de escala de efectos fuera de lo común, índices de eficiencia
ampliamente superiores o tecnologías sumamente dispares.
Con lo
anteriormente expuesto, si no bajan los costos fijos; ¿Para qué tercerizar?.Siguiendo con el
razonamiento expuesto anteriormente, y enfatizando que es como se presenta
normalmente la alternativa de tercerización, queda evidenciado que disminuyen
los costos fijos y aumentan los costos variables.
Operando en
cualquier volumen inferior al punto (x), los costos de comprar son inferiores a
los costos de hacer; pero operando a partir del punto (x) la conveniencia
económica de hacer es evidente.
Comprar en lugar de
hacer produce disminución en los costos totales, cuando se opera con volúmenes
restringidos. Por esta razón las crisis recesivas, los altos costos financieros
que obligan a trabajar con lotes mínimos de producción, la inexistencia de
horizontes de planeamiento de mediano y largo plazo, etc.; llevan a este tipo
de decisión, y por la misma razón, pero en contraposición; en economías en
expansión, con bajos costos financieros y con perspectivas de largo plazo, la
integración es la herramienta utilizada para reducir costos.
Outsourcing
es tercerización.
Con ánimos de
sincerarme debo aclarar que esta afirmación también la escuché al revés, tercerización
es outsourcing, y en este punto creo que vale la pena explicar que la
conveniencia de la decisión de hacer o comprar, puede evaluarse:
1° Cuando nunca
se hizo ni se compró.
2° Cuando se
está comprando y se evalúa pasar a hacer.
3° Cuando se
está haciendo y se evalúa comprar.
Solamente
esta 3° alternativa configura la realización de “Outsourcing”; que además de “sacar
afuera”, en términos de administración significa la reversión de la
decisión de hacer.
Lo expuesto puede
significar varias cosas que se me ocurre merecen comentarse:
a) La empresa tomó la decisión de hacer, sin evaluar si era o no
conveniente; de haberlo evaluado debió inclinarse por la decisión de comprar,
ya que existían diferencias monetarias significativas en ese momento. (El error
se debió a la falta de evaluación)
b) La empresa tomó la decisión de hacer, evaluando la decisión de comprar,
pero no existían diferencias monetarias significativas para ese momento. Tiempo
después, lo que no era significativo pasó a serlo. (El error se debió a no
juzgar importante la diferencia, por tener una posición cómoda)
Bienaventurados los que vivan épocas de crisis, porque agudizarán su
ingenio. Esta plegaria, sirve para ilustrar algunas
frases escuchadas de parte de empresarios, “Cuando estábamos bien no contábamos
las monedas”, o “Lo que ganábamos era mas que suficiente, por eso no
prestábamos atención a ciertos costos”.
c) La empresa tomó la decisión de hacer, evaluando la decisión de comprar,
pero no existían diferencias monetarias significativas que en ese momento
fueran compensatorias del riego de tercerizar. Tiempo después, lo que no era
significativo pasó a serlo, entonces vale la pena correr el riego. (En este caso
no existe error, sino un cambio de parámetros que altera la decisión)
d) La empresa tomó la decisión de hacer, evaluando la decisión de comprar;
existían diferencias monetarias significativas en ese momento. Tiempo después,
se producen cambios que hacen cambiar la decisión.
En este caso debiéramos preguntarnos cuál fue el cambio, si la empresa
pudo o no percibirlo y si la empresa pudo o no adaptarse a él.
Si no percibió el cambio, o percibiéndolo no pudo reaccionar; estamos
en presencia de errores de gestión.
Si percibió el cambio y no reaccionó, ya que evaluándolo juzgó su
conveniencia; entonces el outsourcing es un acierto.
En cada una de las
oportunidades en que juzgamos si se pudieron cometer errores, estamos
reconociendo que se desarrollaron actividades innecesarias, que no agregaron
valor y si costo, o que agregaron más costo del que correspondía. Creo que la Calidad
Total puede darnos una mano para la mejor gestión si este fuera el caso.
Por otra parte, si
el producto se planifica desde su nacimiento y hasta su desaparición, tomando
en consideración todas las etapas que componen la cadena de valor, y se analiza
cada proceso y cada actividad a desarrollar, desde antes de su lanzamiento, el
outsourcing sería una medida de excepción. No así la evaluación “ex-ante” de
hacer o comprar. En este caso el Costeo Objetivo puede sernos de
utilidad.
Se debe
tercerizar cuando no se corren riesgos, o estos riesgos son bajos; de que los
terceros conozcan los clientes, el mercado, el producto, la distribución, etc.
Si esto no es así, el tercero puede convertirse en competidor.
Toda la
bibliografía existente sobre costos, gestión o administración, es
superabundante en este tema. No creo estar en condiciones de aportar demasiado
y además no creo que el tema sea merecedor de una polémica.
Lo que sí quiero es
dar algunos ejemplos en los que no me resulta clara la forma en que se utiliza
la herramienta, y solamente para que nos lleve a la reflexión los tomo como
modelos:
En la
industria de la construcción, la tercerización bajo la forma de subcontratación
es muy utilizada, para todas o casi todas las actividades que se desarrollan en
una obra. El subcontratista por lo general, no trabaja en un taller aislado
sino que lo hace en la obra.
Conoce el
producto mejor que la empresa que lo contrató, conoce el mercado de la misma
forma que la empresa que lo contrató, y a partir del momento en que fue
contratado, conoce al cliente.
El riesgo
parece ser lo suficientemente importante, pero el horizonte de planeamiento es
la siguiente explicación que uno suele recibir; dicho de otra manera, un
empresario de la construcción dirá que subcontrata dado que al terminar la obra
no sabe si habrá otras obras, lo que le implicaría despedir personal.
Esta
explicación es condición necesaria, y sería suficiente en cualquier otro tipo
de empresa, pero la industria de la construcción no incurre en indemnizaciones
ya que está protegida por un seguro de desempleo.
No estoy tratando
de clarificar la cuestión, solamente de resaltar que la bibliografía relativa a
los costos no explica este fenómeno, y que el mismo solo tiene explicaciones o
desde lo psicológico o desde alguna perspectiva de encuadre fuera de las normas
legales, que trataré de analizar en la próxima afirmación.
Si se
terceriza, y el tercero incumple las normas legales, es su problema.
Esta afirmación
implica que la comparación económica entre hacer o comprar se realiza entre una
empresa que hace, encuadrada en las normas legales, y pretende comprarle a una
empresa que elude o evade las normas.
El primer
punto a considerar es la responsabilidad, son muy escasas las situaciones en
las que se puede acotar la responsabilidad legal, ya que en la inmensa mayoría
de los casos el riesgo es asumido por la empresa compradora, debido a que la
responsabilidad es solidaria y subsidiaria.
El segundo
punto a considerar es si el fin justifica los medios; si verdaderamente el afán
de bajar costos debe llegar a fomentar, o usufructuar este tipo de situaciones.
Recuerdo en este
momento un pequeño cuento muy ilustrativo:
“Una señora
llega a las oficinas de un abogado y le expresa que se quiere divorciar, el
letrado le dice que no tiene ningún inconveniente en iniciar el juicio de
divorcio, y que por una módica suma resolvería su caso. La mujer le pregunta:
¿Cuánto es una módica suma?, a lo qué el abogado responde, digamos cinco mil
pesos. Déjelo doctor, por menos de la mitad de esa suma lo hago matar.”
El que no terceriza desaparece.
En todo lo expuesto
hasta aquí, debe haber quedado claro que la tercerización es útil para reducir
costos en ciertos casos, en algunos momentos y bajo determinadas
circunstancias.
Ni quien terceriza
tiene garantizado el éxito, ni quien se integra está destinado al fracaso.
Ahora bien,
cuales son las razones que hacen ventajosa a la alternativa de comprar, sobre
la de hacer. Opino que aunque busquemos aristas para comprender el tema, los
factores que determinan que alguien pueda hacer las cosas en iguales
condiciones de calidad y con la misma frecuencia, pero mas barato; son: “la
tecnología”, “las economías de escala” y “la especialización”.
1º La tecnología
El factor
tecnológico es un diferencial muy importante a la hora de las comparaciones. Si
quien hace, evalúa la alternativa de comprarle a alguien que posee una
tecnología muy superior, las superaciones tecnológicas de las últimas décadas
estuvieron básicamente centradas en la obtención de mayores rendimientos, con la
consiguiente reducción de costos; por lo tanto las posibilidades de que la
balanza se incline hacia la decisión de comprar, son altísimas.
El único
cuestionamiento que cabe en este caso es ampliar la evaluación, y no quedarse
solamente con la alternativa de hacer o comprar; sino también evaluar a
posteriori la incorporación o no de esta tecnología.
2º Las
economías de escala
Si la comparación
entre hacer y comprar se realiza con un tercero que produce y vende volúmenes
superiores, las diferencias al cuantificar tanto los costos variables como
los costos fijos, determinarán el rumbo de la decisión.
Los costos
variables seguramente serán menores en el tercero, debido a la optimización
de los volúmenes de compra, que los transformará en regresivos.
Este efecto de
regresividad puede darse también por la optimización del uso de los componentes
variables, debido a que volúmenes mayores redundan en desperdicios
relativamente menores.
Los costos fijos
unitarios serán menores, dado que el mayor volumen de producción del
cociente, indica este impacto.
Es de destacar
además, que manejarse en escalas de producción y ventas superiores, harán más
viable cualquier proyecto de inversión sobre la incorporación de nuevas
tecnologías; esto se transforma en un círculo vicioso. (mayor economía de
escala, que permite el acceso a mejor tecnología, que permite a su tenedor una
escala mayor)
3º La especialización
La mayor
especialización lleva implícita una mayor eficiencia. Seguramente el
especialista hace las cosas mejor y más rápido. Esto repercutirá tanto en los
costos variables como en los fijos a la hora de la evaluación económica.
Los costos
variables serán menores, debido a que la comisión de menos errores redundará en
menores desperdicios, menos unidades defectuosas y menos costos de reprocesos.
Los costos
fijos serán menores, al logro de mayor cantidad de unidades en igual tiempo, o
de igual cantidad de unidades en menor tiempo. En el primer caso, el mayor
volumen reduce el cociente; y en el segundo caso se generan menos costos,
debido al menor tiempo de trabajo.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Siempre que explico
este tema a mis alumnos, o asesoro a algún cliente me expreso en primera
persona y me pregunto a modo de comentario:
a)
¿Por qué alguien puede hacer las cosas mejor que yo?
b)
Si las hace, ¿Qué me impide imitarlo, superarme y superarlo?
c)
¿Por qué si a sus costos variables, que son aproximadamente los mismos que los
míos; agrega algunos costos fijos y además su utilidad; y así y todo, puede ser
más barato que yo?
Respuestas
viables:
Tiene mejor tecnología.
Trabaja
en otra escala de producción y ventas.
Es
experto en esa tarea.
Respuestas inviables:
No
paga impuestos.
El
personal está en negro.
Lo
que el proveedor haga es su problema, a mí me cuesta más barato.
Algunos
ejemplos que pueden ayudarnos a comprender:
Una fábrica de
bicicletas, terceriza el servicio de limpieza de planta y oficinas, y también
el servicio de seguridad y vigilancia.
¿Por qué
razón el proveedor externo es mas barato?
¿Existe un
diferencial tecnológico?, ¿Acaso el proveedor traerá escobas y baldes
robotizados?
¿Es tan importante
la economía de escala lograda en los detergentes y trapos de piso?; ¿La
cantidad de superficie que limpiará el proveedor, es mayor a la que limpiaba el
personal interno?; un vigilante contratado, en 8 horas de labor, ¿Vigila más
que un vigilante en relación de dependencia?
Respecto de la
especialización; en caso de que las tareas fueran desarrolladas por la propia
empresa, ¿La limpieza la efectuaría un ingeniero nuclear, y la vigilancia La
Madre Teresa?
Pocas de estas
preguntas tienen respuesta, y de tenerla, la respuesta no sonará lógica ante
oídos entrenados. Entonces aparecerá el “No son actividades estratégicas para
una fábrica de bicicletas”
Repregunta: ¿El departamento de contaduría lo es?, ¿Y el de personal?.
No quiero
extenderme más, seguramente la respuesta correcta habrá que buscarla por el
lado de la economía informal de los proveedores; o por la falta de capacitación
que da la empresa al personal interno; o por la falta de confianza en el
personal, tanto por la forma de desarrollar las tareas, o por el ánimo de
producir robos e infringir las normas.
Ya que no hacen
bien su trabajo; tercerizo. (¿No es función del empresario corregir?)
Ya que me roban;
tercerizo. (¿No será mejor encontrar las causas y evitarlas?)
Ya que no están
capacitados; tercerizo. (La alternativa correcta, no será la capacitación del
personal de todos los sectores de la empresa?)
En este momento me detuve a pensar que ocurriría si al
llegar a mi casa, mi esposa me comunicara, que debido al mal desempeño de mis
funciones de esposo y padre, que ha detectado en algunos momentos, ha decidido
tercerizar algunas actividades.
Bibliografía:
Costos
Juan
Carlos Vazquez – Ed. Aguilar
Calidad
Total – Competitividad. Vinculaciones con las nuevas técnicas de gestión.
Victorio
Di Stefano, Verónica Alderete, Ariadna Colombo – Costos y Gestión Nº 39
Crecimiento,
inversión y desarrollo en la Argentina.
Raúl
N. Tomé – Ed. U.C.A.
Outsourcing:
Herramientas para el análisis económico y estratégico.
Granda,
F. E. Y Smolje, A. R. – Universo Económico Nº 36
AUTOR: Victorio di Stefano, Universidad de Buenos Aires, Universidad Católica Argentina
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