Después de las crisis de 2008 en adelante, e incluso antes en los medios académicos, el concepto de “trabajo en equipo” ha venido siendo cuestionado, y el grado de cuestionamiento aumenta. Se trata de un concepto que ha adquirido la categoría de vaca sagrada en la gestión, pero cada vez más han ido apareciendo y se han difundido experiencias que ponen esa categoría en tela de juicio.
¿Los puntos positivos? Ayudó mucho al occidente en su momento, cuando la lucha por la competitividad con el mundo oriental arreciaba, sobre todo contra el Japón. Los japoneses son un pueblo de equipos por naturaleza, y el occidente pensó que por ahí iba la razón de su éxito fulminante. Pero no vieron, o no quisieron ver, que en el Japón ese es un rasgo cultural, que les viene desde su propia cosmogonía y cosmología. Los occidentales lo vieron como si fuera una simple herramienta, fácil de copiar e implementar, pero no lo es. Es un rasgo cultural, que en occidente no existe. Es más, occidente siempre ha enfatizado el esquema mental contrario, el de la competitividad…. y un competidor compulsivo no se vuelve monje zen de la noche a la mañana.
¿Lo negativo? Una vez pasada la euforia inicial, el “trabajo en equipo” sirvió para enmascarar, disfrazar, el mal trabajo y la ineficiencia de los mandos directivos. Ya no se ven esos capitanes de industria que levantaron imperios; ahora se ven una serie de equipos tratando de sobrevivir en un medio cada vez más implacable y sin una dirección clara porque todo está delegado “al equipo”. Ahora los que dirigen no son los que tienen más imaginación sino más títulos y cartoncitos que supuestamente reemplazan a la experiencia y la innovación. ¡Si ya hay universidades que enseñan a innovar, y dan un cartón por algo que es consustancial a la mente humana! En medio de los buenos resultados, el trabajo en equipo resultó ser un escondite para la mediocridad.
¿Todo es malo actualmente? No. Al trabajo en equipo se le reconoce mucha eficacia en los casos de grupos de trabajo temporales, organizados por proyectos específicos. En esos casos el espíritu de cuerpo es insustituible porque es la mejor manera de manejar la variable tiempo, que es crítica en todo proyecto.
El fenómeno está preocupando a las esferas empresariales y académicas. Les paso el link de un artículo aparecido en la prestigiosa revista de la Harvard Business School, en enero 2 del 2013. El artículo está en inglés pero es fácil aplicarle el Google Translator o Traductor y hacerlo legible en español. Lo recomendamos porque en su concisión hay mucha profundidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario